Publicado el por en Distribución, Marketing-Ventas.

 

Llevamos largo tiempo recibiendo infinidad de mensajes sobre la crisis que nos afecta desde 2007, principalmente enfocados a encontrar y señalar a sus responsables, siendo descorazonador el posicionamiento sesgado de muchos de estos artículos de “opinión”, ya que en muchos casos están al servicio de quien los paga, y sus conclusiones siempre apuntan soluciones sobre unos únicos responsables, las pequeñas y medianas empresas y las personas (empleados, funcionarios, pensionistas, …).

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Aquí vamos a centrarnos en hacer un análisis sobre la problemática que afecta a las Pymes, basadas en trabajos de campo sobre diferentes empresas de Castilla y León, cuyas conclusiones al ser realizadas sobre una muestra de empresas pueden tener un cierto grado de error, pero indudablemente nos muestran una tendencia y una visión global bastante acertada.

Que las pequeñas y medianas empresas no pasan por sus mejores momentos no es novedoso, más o menos intuimos las dificultades por las que están pasando, de igual manera que sucede al resto de la sociedad, podemos constatar la siguiente visión que tienen las Pymes de Castilla y León, sobre diferentes aspectos que se encuentran en el día a día de su gestión:

 Mapa Empatia Pymes-2

 

  • Casi todos los negocios desde 2008 están con una caída importante de sus ventas.

  • Los recursos financieros -propios y ajenos- son muy escasos.

  • La economía sumergida está creciendo y muchas veces es un grave competidor.

  • La presión fiscal y normativa es cada vez mayor.

  • Hay empresas que “compiten” con relaciones laborales poco claras.

  • La competencia cada vez vende más barato.

  • No ven ni oyen que haya empresas innovando, y que esto sea su éxito.

  • La Administración dilapida por un lado recursos, pero por otro “algunos” se lo están llevando crudo, y en cambio a las Pymes cada vez se las exige más.

  • El número de impagados es cada día mayor.

  • La mayoría de los negocios están en pérdidas y se mantienen gracias a las aportaciones de los patrimonios personales del empresario.

  • No pueden cerrar, porque no saben hacer otra cosa.

  • Tienen miedo a salir con su empresa al extranjero.

Habrá más puntos que los anteriores, sin duda, pero estos nos dan una clara visión del sentir de la mayoría de las Pymes, y por tanto una aproximación a lo que está sucediendo, aunque dichos datos en cierta manera no nos sorprendan, pueden darnos pistas de ciertos comportamientos en la gestión empresarial, centrados mayoritariamente en el mantenimiento de la viabilidad empresarial, con diferentes actuaciones observadas que a continuación mostramos:

  • Tener que financiarse con sus ahorros y los de sus familiares, para continuar la actividad .

  • Hacer lo estrictamente necesario, en muchos casos esperar a que esto pase, ya que piensan que innovar es cosa de “cuatro valientes”.

  • Reestructurar la empresa, principalmente reduciendo plantilla, como única solución.

  • Los que han podido obtener refinanciación, la han realizado cambiando la que tenían de corto a largo plazo, en la mayoría de los casos hipotecando propiedades.

Observamos que la mayoría de las posturas son inmovilistas, y esto es un grave problema para la continuidad de las empresas, ya que como podemos observar esta postura de no hacer cosas nuevas, está llevando a la desaparición de muchas empresas (gráfico -INE), y en otros casos es la causante de un “bloqueo emocional” del empresario, que se aferra a seguir haciendo lo mismo que ha hecho hasta ahora, aplicando la postura “mejor me quedo como estoy esperando a que la crisis pase”, esta postura de ciertas Pymes, tiene lamentablemente nombre de novela: “Crónica de una muerte anunciada”, y por desgracia sabemos a donde las llevará.

Empresas INE

La consecuencia de todo la anterior son una serie de “miedos” que lleva dentro de si el empresario de la Pyme, y que se podrían resumir en:

  • Mis ventas ni van a aumentar ni tampoco seré capaz de mantenerlas, ni en volumen ni en margen.

  • Incertidumbre de poder pagar las nóminas a final del mes.

  • Por un lado voy a perder mi patrimonio personal, pero además posiblemente me hipoteque de por vida.

  • Por miedo al fracaso personal y empresarial no innovo y sigo como estoy.

  • Miedo a que el sistema bancario “explote” y me arrastre al “abismo”.

Ciertamente nuestros empresarios de Pymes tendrán muchas más preocupaciones, pero las descritas nos reflejan en cierta manera lo que pasa por su cabeza, y lo más alarmante es que él internamente no maneja datos diferentes que le hagan pensar que esto vaya a cambiar para mejorar.

Pero no todo son miedos, frustraciones, …, dado que también se detectan una serie de aspectos de fortaleza, determinación, …, digamos que hay esperanza en que esto más pronto que tarde tendrá que cambiar, al final de la tempestad siempre viene la calma, haciendo que los empresarios de las Pymes tengan valores positivos y de fortaleza de cara a su futuro, con análisis y posturas del tipo:

  • A pesar de todo, sigo manteniendo mi negocio.

  • Se han acostumbrado a gestionar con “menos”.

  • Aunque realistas, se están volviendo mas imaginativos en la gestión del negocio.

  • Están orgullosos de seguir dando empleo.

  • Están buscando nuevos negocios, canales, segmentos de clientes, …

Por tanto aunque la visión global sea de “devastación” en muchas empresas, existiendo una postura a que su gestión se limite a esperar que pase la crisis, esta postura no es general y existen otras Pymes, confiemos que la mayoría, que con innovación, imaginación, sentido común, esfuerzo, …, están dando pasos positivos para un buen posicionamiento, y afrontando esta situación con un alto grado de profesionalidad; lo cual con toda certeza les permitirá dar viabilidad a sus empresas y acometer su futuro inmediato con éxito.

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